En realidad, da igual el día y hora exactos de la carrera. Bueno, no tanto, hay que tenerlo en cuenta para llegar a tiempo :-P. Pero la carrera empieza el día que decides correrla. Y la San Silvestre no es una excepción.
Como todas las carreras, empieza cuando tomas la decisión de correrla, después llega el momento de apuntarse y pagar la inscripción. Un momento, que en el caso de la San Silvestre supone unos días de verdadero estrés, porque a pesar de los miles de inscripciones, éstas se agotan en sólo un par de días, así es que tienes que estar muy atento para hacerlo en el momento oportuno, antes de que pase la oportunidad.
Luego llega uno de los momentos más emocionantes: ir a recoger el dorsal y el chip de la carrera. Ese, para mi es el momento de la salida. Todo lo anterior es el calentamiento. Un momento en el que ya estás poniendo todo tu empeño en acabar la carrera lo mejor posible. Un momento a partir del cual no dejas de imaginar las cosas que van a sucederse hasta que cruces la línea de meta. Un momento que te hace sonreír por dentro y esperar ansioso el instante en el que cruzas la línea de salida y comienzas a disfrutar de todo lo que significa una carrera.
Y, una vez acabada la carrera, satisfecho de haberla finalizado o cabreado por no haber podido superar tu marca, estiras, te rehidratas, te abrigas y te vas con los tuyos a disfrutar de los últimos minutos del año. A tener cuidado de no atragantarse con las uvas y a repartir buenos deseos para todos.
La carrera empieza hoy. We run Madrid. San Silvestre Vallecana 2013. El futuro no se espera, se alcanza. ¿Nos vemos en la meta?
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