En bici a Colmenar

Despacito y con buena letra.

Este fin de semana ha tocado darse una paliza. Hemos cogido las bicis y nos hemos ido hasta Colmenar Viejo desde el Puente de Vallecas. Ir y volver, claro.

Pero ¡qué bien aparco la bici!

Para ahorrar tiempo y kilómetros hemos subido atravesando la ciudad en línea recta por el Paseo de Recoletos y la Castellana hasta Fuencarral, donde hemos enlazado con el anillo ciclista para enseguida coger el carril bici de Colmenar, que ya nada tiene que ver con el peligroso arcén pintado de rojo de hace algunos años. Un carril totalmente separado de la calzada. Sin cruces a nivel y del que la única queja son las estrecheces del principio.

Es un recorrido repleto de toboganes en el que el trayecto de ida pica continuamente hacia arriba lo que hace la vuelta un poco más fácil. 

Aunque pretendíamos entrar en Colmenar a tomar algo y descansar un poco antes de emprender el camino de vuelta, entre el cansancio y las obras que hay desde la entrada por carretera al pueblo no fuimos capaces de conseguirlo, así es que nos tuvimos que conformar con parar en una sombra un ratito para estirar las piernas, comer algo y emprender el camino de regreso. Al menos veíamos la plaza de toros en la distancia, como se aprecia en la foto.

Vista de la Plaza de toros de Colmenar desde el carril bici.

La vuelta se hizo corta, aunque hay algún punto de mucha dureza, sólo en el carril bici tardamos 15 minutos menos que en la ida y de no ser por los semáforos una vez que entramos en Madrid habríamos hecho lo propio en ciudad hasta volver a llegar al punto de partida.

Resumen de la ruta.

En total 4 horas y 75 km subidos a la bici. Una ruta de las que hay que hacer al menos una vez si te gusta la bici y vives en Madrid y que puedes acortar si vas en metro hasta Tres Olivos o Montecarmelo, para coger inmediatamente el carril bici de Colmenar.