Llevo un par de días jugando a un juego que descubrí casi por casualidad, se llama Woozle y es de lo más adictivo.
Se trata de un juego de tipo puzzle o rompecabezas en el que hay que resolver cada nivel en el menor tiempo posible, rellenando contenedores con bolas del mismo color o con un patrón determinado. Cada contenedor tiene 4 huecos en los que poner las bolas que van moviéndose a través de unas tuberías que en ocasiones resultan un verdadero laberinto.
Así contado puede parecer muy simple y, desde luego, el concepto lo es. Lo que no es tan simple es el desarrollo, de hecho en algunos de los niveles necesitas varios minutos para poder resolver el reto planteado. Por supuesto la dificultad se va incrementando a medida que se avanza en el juego, pero de una forma suficientemente gradual para que la dosis de adicción sea mayor que la de frustración.
Un juego muy recomendable para esos ratitos de ocio y, además, gratis. Lo único malo es que de momento sólo está disponible para iOS (iPod Touch, iPhone e iPad). Esperemos que los desarrolladores se animen y creen una versión para Android.
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