Hay muchas formas de pasar una buena tarde en familia: juegos de mesa, manualidades, paseos en bicicleta y, por supuesto, hacer puzzles. El pasado día del padre me regalaron uno de 1000 piezas y, como no podía ser de otra forma, nos pusimos manos a la obra.
Un fin de semana nos llevó completar el puzzle en el que todos pudimos colaborar. Terminar un puzzle supone un momento único de unión y satisfacción entre todos. Un aporte extra de motivación y alegría para la familia que te une aún más si cabe a los tuyos. Por eso me parece una actividad fantástica para esos días en los que no se puede salir al parque con los enanos. ¡Pon un puzzle en tu vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu comentario y por participar en el blog.