Estamos a punto de celebrar un nuevo aniversario de la Constitución de 1978 y creo que es un buen momento para contar algunas cosas.
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| Imagen de www.morguefile.com |
La idea me ha surgido después de leer este artículo de Europa Press. Donde básicamente se cuentan las distintas dificultades que atravesó el proceso y en el que si unos y otros no hubiesen cedido parte de sus posiciones, quizá ahora no estaríamos disfrutando de una democracia parlamentaria más o menos imperfecta.
El caso es que creo que hay que darle el valor que tiene y, aunque hay cosas mejorables, incluso muy mejorables, debemos reconocer lo válida que nos ha resultado durante estos 36 años, que la han hecho la segunda más longeva de todas las constituciones que hemos tenido (desde la primera de 1812 y ya van unas cuantas).
Ojalá la renuncia personal y el deseo de conseguir el más amplio consenso posible en temas tan importantes y básicos guiara a los actuales políticos a dejar a un lado sus intereses personales y hacer leyes por y para todos nosotros.
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