La familia como sistema

Cuando hablamos de familia a todos nos viene a la mente lo mismo, más o menos, es decir un grupo de personas formado por unos padres y uno o varios hijos. Hasta aquí todo normal. Pero si en algún momento surge alguna dificultad en la familia, nos conformamos con identificar a uno de los miembros como el problema: "es que el padre es alcohólico", "es que la madre es una histérica", "es que este niño es un demonio", "es que esta niña no deja de enredar", .... Y así podríamos seguir indefinidamente, poniendo una etiqueta según el problema "detectado".

Y sin embargo, pocas veces se nos ocurre pensar en la familia como sistema, es decir, si el problema es familiar, ¿por qué tratamos de resolverlo de manera individual? ¿Por qué nos empeñamos en señalar a un miembro de la familia como el culpable de nuestros males? ¿Por qué no tratamos de darle un enfoque global? Si global, esa palabra que ahora está tan de moda para otras cosas, o también "enfoque sistémico".

Tratar a la familia como un sistema implica varias cosas, la primera de ellas es pensar que el problema aunque se focalice en una persona lo es de toda la familia y supone una respuesta o mecanismo de defensa ante la situación familiar y personal que se vive, situación en la que cada miembro familiar tiene su parte de responsabilidad e incluso las familias de origen de cada padre, o sea, los abuelos. Por eso, el cambiar el modo de actuar de alguno de los miembros familiares repercute en un cambio en toda la familia, por ejemplo, si el niño inquieto deja de recibir atención por parte de los padres salvo cuando está tranquilo, aprenderá que es mejor estar tranquilo y será menos inquieto. Si al padre ausente se le involucra en las decisiones cotidianas tendrá por fuerza que implicarse más en la familia. Y así sucesivamente.

En definitiva, se trata de considerar a la familia como un sistema en el que todos sus componentes se encuentran relacionados los unos con los otros, de diversos modos, tratando además como subsistemas familiares el subconjunto formado por los padres y el subconjunto formado por los hijos, subsistemas en los que además se dan otras relaciones, no sólo entre los miembros del subconjunto, sino entre los subconjuntos mismos. Por eso es muy importante aclarar la jerarquía que debe existir en la familia y que debe colocar a ambos padres por encima de los hijos SIEMPRE.