Hasta ahora, los vehículos de hidrógeno eran prácticamente testimoniales y prácticamente prototipos que nunca llegaban a cuajar por diversas razones. Una de estas razones es lo costoso, tanto en términos de la energía necesaria en el proceso como en los materiales necesarios, de extraer el hidrógeno para las pilas de combustible que se necesitan. Hasta ahora.
El hidrógeno es el combustible más limpio y abundante del universo, ya que el residuo que produce es únicamente agua. El problema es que el hidrógeno puro no existe en la tierra y hay que fabricarlo (con el consiguiente gasto de energía), por eso los avances que se produzcan en este ámbito son muy importantes si queremos sustituir el petróleo por otra fuente de energía. Al conseguir un proceso sencillo y barato podemos dejar de malgastar el petróleo en cosas como el transporte para dedicarlo a otros aspectos mucho más variados (medicamentos, fabricación de plásticos, industria química, etc). Y es que si podemos cambiar el combustible que utilizamos para desplazarnos, estamos encontrando una salida a la crisis actual y ganando más tiempo para cambiar nuestra forma de vida hacia una forma de vida más sostenible, que garantice que podamos disfrutar de este maravilloso planeta mucho más tiempo.
Vía Ison21 (https://twitter.com/ison21/status/210996457447231488)
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