#WorldRun #CorrePorLosQueNoPueden

Ayer, 3 de mayo, además del día de la madre, se celebró una carrera a nivel mundial, la "Wings For Life", patrocinada por Red Bull y cuyo fin era recaudar dinero para la investigación sobre lesiones de médula. Y lo que hace diferente a esta carrera es que sabes dónde empiezas pero no dónde acabas. Perdona, ¿cómo dices? Si, si, que sabes dónde empiezas pero no dónde acabas, déjame explicarte...

Lugar de salida con el Palacio de Aranjuez al fondo

La carrera, en la que ayer participaron casi 70.000 corredores en más de 30 ciudades del mundo empieza a la misma hora absoluta en todas partes. En Melburne eran las 21:00 horas, en Aranjuez las 13:00 horas o en Perú, las 06:00 horas, así es que según en la carrera que te hayas inscrito empiezas a una u otra hora local.

Media hora después del inicio de la carrera comienza el llamado "catcher car" a una velocidad de 15 km/h (4 minutos por kilómetro) y cuando te alcanza, se acabó la carrera para ti, es decir que la línea de meta te persigue y no sabes, al principio, cuanto vas a correr. Luego, a la hora de haber salido el coche, sube la velocidad a 16 km/h, una hora después sube a 17 km/h y la siguiente se va a los 20 km/h. Después de la cuarta hora, ya sube hasta los 35 km/h para alcanzar a todos los que sigan corriendo.

En el caso de Aranjuez, el ganador fue Chema Martínez (@chemitamartinez), que llegó hasta los 59,1 km, que se dice pronto, pero el ganador absoluto fue Lemawork Ketema con, nada más y nada menos que 79,9 km ¡Casi 2 maratones! que corrió en Austria.

Mi experiencia fue muy positiva, es una carrera realmente diferente, en la que lo más difícil es luchar contra los pensamientos y la incertidumbre de no saber cuándo te alcanzará el catcher car o dónde se encuentra en cada momento. Mi objetivo era llegar a los 15 km, pero había estado lesionado, así es que no pude entrenar en condiciones, aunque casi lo consigo (14,36 oficiales).

Cartel del km 15

En cuanto a la organización, fue todo muy bien, tanto el previo y post-carrera con los roperos, masajes, etc, como durante la carrera donde en todos los avituallamientos había agua, bebida isotónica y fruta (naranja y plátano). Además, los autobuses para recoger a los corredores también funcionaron a la perfección, por lo que volvíamos al lugar de salida bastante rápido. Yo ya estoy pensando en prepararme para el año que viene, a ver si llego a los 20 km!!