viernes, 22 de mayo de 2015

Fabricar tu propio arcón

Hace unos días compramos un sillón, de esos tan útiles que tienen en Ikea, que se hacen cama de matrimonio y tienen un arcón como solución de almacenaje. Tuvimos suerte, lo encontramos en la sección de oportunidades, con lo que nos ahorrábamos 200€, así es que lo compramos. Pero entre muchas más cosas que llevábamos, lo tarde que se nos hizo (por los niños), el alquiler de la furgoneta, etc, el caso es que en el transporte perdimos una parte del sillón: el arcón. Si queréis ver el sillón original podéis seguir este enlace.
Así es que después de mucho pensar, de intentar recuperar la parte perdida o comprarla, pensamos que podíamos intentar hacerla y nos pusimos manos a la obra, nunca mejor dicho. Total que tomamos medidas, pensamos lo que necesitamos y fuimos a comprarlo. Muy importante: medid bien, medid muy bien, varias veces, apuntadlo y dibujad el resultado a ver si os cuadra.


Bueno, una vez con el material en casa, hay que buscar un sitio de trabajo y empezar a montar el cubo!! Yo empecé por la base, sin poner las patas, para mantener el contacto con el suelo y poder subirme encima para atornillar sin problemas. Vamos uniendo las paredes con estas piezas que no se cómo se llaman, pero que sirven para lo que necesitamos hacer: unir dos piezas en ángulo recto. Además de unir cada pared con la base, hay que unir las paredes entre si, para darle consistencia al cuerpo.


Después de tener montado el cajón, antes de poner la tapa, lo levantamos o damos la vuelta para poner las patas. ¡Ojo! ¡Cuando midas tienes que tener en cuenta la altura de las patas, así es que si las compras antes mucho mejor!


Para la tapa hay varias opciones: no hacer nada, en cuyo caso cuando quieras abrir el arcón tendrás que separar la tapa y luego volverla a colocar. Ponerle unas bisagras, pero aquí tendrás que tener cuidado cuando abras la tapa para que no se te caiga encima o bien buscar algún sistema parecido a los de los capós de los coches de forma que se pueda sujetar.


El último paso y del que desgraciadamente no tengo fotos, es la unión con la otra parte del sillón. Es, con diferencia, la parte más complicada. Sobretodo porque no utilizamos como tapa un tipo somier, que es la que ponen los chicos de Ikea, sino que utilizamos una tabla normal. Aunque el asiento es un poco más duro, es más fácil de conseguir. En este punto tuvimos que hacer unas ventanas en el lado lago del cajón, allí donde debe sujetarse con la otra parte del sillón y unos agujeros en la parte de atrás para unirlo con el respaldo utilizando en ambos casos los herrajes originales (imprescindibles para la buena sujeción de las partes).

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